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NOMADE BIENAL

 

PROGRAMA NÓMADE DE TRABAJO EN SITIO ESPECIFICO

 

“El movimiento no explica la sensación, se explica, al contrario, por la elasticidad de la sensación, su vis elástica. Siguiendo la ley de Beckett o de Kafka, hay inmovilidad más allá del movimiento, más allá del estar de pie, está el estar sentado, y más allá del estar sentado, estar acostado, para al fin disiparse. El verdadero acróbata es el de la inmovilidad en el círculo. Los grandes pies de las Figuras, frecuentemente, no favorecen la marcha: casi pies deformes (y los sillones a veces tienen aire de calzado para pies deformes). En una palabra, no es el movimiento el que explica los niveles de sensación, son los niveles de sensación los que explican lo que subsiste de movimiento.”

 

Lógica de la sensaciones

Gilles Deleuze 

 

“Articular presupone unir dos o más piezas de modo que mantengan entre sí alguna libertad de movimiento. Desde esta noción establezco que el ejercicio de formación de un nuevo cuerpo de texto está en comprender las partes que modulan los contenidos que se desprenden del problema. O como se lee en Barthes, en los ejercicios de Loyola: “la materia está sometida a una separación incesante, meticulosa y casi obsesiva”, que por una parte nacen de un lenguaje surgido de una experiencia y por otra es una experiencia en sí misma, intransmisible. Los episodios se alternan entre la escritura de desarrollo de la vivencia y del que circunda la vivencia, generando dos modos de acercamiento a la materia del viaje en sus dos máximos estados, el real y el imaginario. La reconstrucción de una realidad mental que aproxime a la comprensión de una característica inalienable del ser: el movimiento. Se trata de vislumbrar la forma en que se deben escoger los ligamentos para esta articulación. Hablo de ligamento como determinaciones conceptuales que unen este cuerpo que intenta estar preparado para su disección comprensiva.”

 

Ricardo Fuentealba Fabio

 

 

PROYECTO NÓMADE

 

Bienal Nómade

Creadores: Hernán Pacurucu Cárdenas / Victor Hugo Bravo

 

La crisis de neutralidad del espacio museístico entendido como “cubo blanco”, así como la necesidad de expandir el modelo dogmático de las artes en lo que se ha dado en llamar prácticas artísticas contemporáneas hacen que los artistas con producciones de vanguardia busquen espacios mucho más contextuales que museísticos los cuales conviven en un intercambio mutuo con la sociedad, es por ello que esbozamos la Bienal de Arte, la cual está dirigida no sólo a los artistas de corte contemporáneo, sino que pretende generar una conexión directa con el público, el cual a su vez será partícipe inmediato de estas nuevas formas de hacer arte.

 

De lo que se trata una Bienal Nómade

 

Se pretende configurar nuevas formas de comprender el formato bienal, sustentadas en un paraguas conceptual que acorrala al paradigma bienalístico tradicional hasta hacerlo implosionar; entonces nos aventuramos a elaborar una serie de estrategias deconstructivas que posibilitan enarbolar un evento que siendo una bienal, a su vez, suministra dispositivos crítico- estéticos, los cuales ponen en crisis la dogmática fórmula bienalera y su enclaustrado sistema ferozmente institucional.

 

Negarse a reconocer una sede, incluso una ciudad (la Bienal Nómade transitará por varios países), rechazar un tiempo exacto (la bienal transcurre en varios eventos durante todo el año de bienal), negar la posibilidad del mega show (el formato nómada permite el desarrollo de varios eventos incluso en tiempos paralelos y en lugares distantes) e invisibilizar los premios son algunas de las consignas propuestas dentro del proyecto, entre tantas otras maneras de reflexionar sobre el instante actual y esa necesidad absurda de configurar escenas improvisadas que magnifican al “jet –art”, el brindis y el show business más que la obra misma.

 

Para una ontología Nómade

 

Ya a mediados del siglo pasado vocablos como: “deambulación” o “psicogeografía” empiezan a asomar en el léxico cotidiano de los artistas de vanguardia, el primero formulado por los dadaístas para designar sus paseos y caminatas como elementos tácitos de contenido onírico, entablando el tránsito por la naturaleza como un desplazamiento estético.

 

El segundo nominado pocos años antes por la Internacional Letrista –luego Internacional Situacionista- definirían su famosa: Teoría de la deriva y con ello, toda una normativa de práctica lúdica para atravesar ciudades enteras consolidando la deriva y el desconcierto como elementos que se apoyan en una psicogeografía necesaria que además, articula todo un sendero de dogmatismo creativo del caos.

 

Sumaremos a este apartado el paisaje entrópico de Robert Smithson para establecer una cronología histórica del nomadismo simbólico en el que se empapa la investigación histórica del arte, comprendiendo –desde luego- que la deriva al estilo Guy Debord se desviaría teóricamente del nomadismo en sus bases mas esenciales, ya que la deriva siempre determina un micro espacio de lo desconocido, de la incertidumbre y del desconcierto como elementos nucleares para su éxito. Es así que, el caso de la deriva, siempre nos lleva a un desarrollo más arbitrario, mientras que el desplazamiento Nómade siempre será político ya que parte de un acto político (no radicarse en un espacio fijo, ya sea físico, mental o imaginario) entonces el nomadismo configura un determinismo más pausado, asignándole un rol conceptual y consensuado bajo una figura crítica y por tanto política, lo que no pasa con la deriva que pudiendo ser política, en algunos casos se desdibuja bajo su formato efectista.

 

Continuando con este devenir Nómade, el termino se populariza en los sesentas, para desvanecerse en el tiempo y emerger con fortaleza en la filosofía posestructuralista sobre todo francesa de nuestra era, bajo nuevas teorías que ponen los pelos de punta a cualquier confabulación que considere que esta designación agotó en el su devenir histórico, de tal manera que lo encontramos en casi toda la filosofía actual, muchas veces camuflada otras muy presente como en la filosofía deleuziana cuando por ejemplo cita a Toynbee y dice que nómadas son los que no se mueven, según el autor, se convierten en nómadas porque se niegan a partir, o siguiendo a Borges, quien nos diría que la mejor forma de alejarse de algo es quedarse en el mismo lugar dado, que los desplazamientos que continúan en una modernidad líquida Baumaniana no te permiten un estatismo prolongado o sólido, en un lugar donde todo es movimiento (como el de nuestro devenir capitalista) quedarse estático pudiera sin duda ser la forma más efectiva de alejarse de ese algo.

 

Para Stuart Hall la concepción que posee de cultura es de “mudanza” mientras que en Mafessoli y su concepto de nomadismo glocal encontraríamos que vivimos en un tiempo en que el nomadismo deja de ser una categoría histórica y social de grupos tribales, para concretarse en una realidad global, mientras en Barthes el nomadismo entendido como viaje se presenta de una forma más clandestina pero igual de efectiva.

 

Es por ello que nuestra propia concepción de lo que por principio debería consolidarse como un devenir nómade admite muchos de estos conceptos dentro de su línea epistemológica, pero los reestructura en razón de dos únicas posibilidades; la primera brota el momento que comprendemos que el nomadismo es de grupos, de masas, de ahí la importancia de untar lazos afectivos en lo que se consolida como un clan nómade sostenido en la colectividad como razón última, y la segunda posibilidad es la que trata de entender al colectivo como un elemento de saberes horizontales los cuales son compartidos de igual a igual. Esto sin duda desarticula la estructura piramidal, para entrar en un proceso de compartimiento de conocimientos, experiencias y destrezas dentro del clan, de tal manera que ya no se trata, como en un pasado, de echar raíces fuertes para crecer más alto (pensamiento moderno), sino de surfear olas de una forma horizontal. Sólo entendiendo esto podríamos acceder a la sustancia medular que nos permite ser parte del clan nómade.

 

Finalmente apuntaríamos que para nosotros, ser nómade no es más que una manera, -quizás la mejor- de retornar a los mismos orígenes.

 

Para una nomenclatura Nómade

 

Palabras como afectividad, solidaridad, colectividad y comunidad, son llevadas al máximo nivel de comprensión, en un proceso que comulga con las estéticas relacionales Bourriaudianas, para acentuarse sobre una estructura consiente de camaradería que se perfila en un fin último, el de desarticular todo intento de autoría, individualidad y competencia.

 

El desplazamiento Nómade –tal como se propone- entre sus fundamentos primos comprende el ejercicio de establecerse (con todo su arsenal logístico) por un periodo de tiempo en un espacio, lugar o zona (de trabajo) diverso, por lo que el componente social emerge como apoyo mutuo en espacios muchas veces desconocidos otras veces hostiles, en donde el soporte afectivo en varias ocasiones veces es la única y última posibilidad de concreción de un proyecto, sabiendo que estos procesos fracturan todo intento de competitividad. Todo el colectivo sin duda apunta a un fin único en beneficio del grupo y sobre todo del lugar (así como de la población) en donde se asientan.

 

Clan Nómade

 

Colectivo abierto[1] e interdisciplinario[2] de artistas, curadores, antropólogos, mitólogos, teóricos, estetas, filósofos y amigos que por un espacio-tiempo determinado se agrupan bajo lineamientos estéticos, relacionales y afectivos, y cuya única tarea es producir ejercicios visuales pragmáticos que se inserten en el contexto histórico y social del espacio en el que se desplaza el dispositivo estético dado[3], -entendido como el gran contenedor de proyectos- (sean Cárceles, Hospitales, Museos, Iglesias, Bunker, Barcos, Camales, Galerías, etc.). Por el momento el gran Clan Nómade consta con participantes de más de 20 países de los 3 continentes. 

 

Formato Nómade

 

Todo el proyecto se sustenta en un andamiaje sólido que parte de lo teórico pero que llevado a la praxis suscribe una serie de estrategias y actividades que de alguna manera sostienen el producto (Bienal Nómade) y que atraviesan transversalmente todo el proyecto entre las que tenemos: residencias, seminarios teóricos, talleres, conferencias, intercambios, congresos, charlas y demás valores que hacen de ésta un espacio para el diálogo de las artes contemporáneas pero sobre todo un espacio de reflexión crítica sobre las problemáticas de carácter actual.

 

Desplazamientos Nómades

 

Llámese desplazamiento Nómade a una intervención propiciada por el colectivo bajo la modalidad de una estructura curatorial, que arranca con un proceso investigativo del lugar a ser intervenido, este espacio es ocupado a modo de lo que en un momento de la historia se denominaba site-specific, cuyo espacio cumple la función de gran contenedor de obras. Este espacio comúnmente debe poseer una carga simbólica lo suficientemente fuerte como para que el proyecto Nómade logre su eficacia, hasta el momento se ha trabajado en una ex-cárcel en Cuenca-Ecuador, en una Universidad en  Łódź-Polonia, en un lugar de registro de carne Upsala-Suecia, en gran parte del Museo de Arte Contemporáneo de Santiago-Chile, en un hospital abandonado en Cuenca-Ecuador, en un barco que atraviesa el rio en Valdivia-Chile (MAC de Valdivia, en una casa despedazada por el terremoto en Bahía-Ecuador, en una Iglesia gótica en Polonia del este, y las próximas intervenciones serán en Canarias, en Kosovo y en el Cairo.

 

Modelo Nómade de trabajo

 

Este tipo de intervenciones en varias partes del mundo se encuentran mediados por un texto curatorial (resultado de un proceso investigativo) ejecutado por sus curadores: Hernán Pacurucu y Víctor Hugo Bravo, quienes invitan a participar a modo de co-curadurías a otros teóricos y/o artistas que ejercen un núcleo conceptual sostenido con el cual se profundiza un tema.

 

Posteriormente, dicho tema es compartido por un selecto grupo de invitados a participar de la intervención, con los cuales se va desarrollando un seguimiento continuo en diálogos y conversaciones que permitan el efectivo emplazamiento de la obra en el lugar designado (la obra debe ser realizada en y para el lugar).

 

Construcción de nodos y redes humanas

 

 

Residencia Nómade

 

Espacios estratégicos en donde el colectivo decide anclarse por un momento para enarbolar una residencia específica y puntual que durará el tiempo necesario para que los resultados del trabajo con la gente del lugar salten a la luz. Al momento se ha trabajado en proyectos de esta modalidad de residencia en: 1.- Residencia Terminal: trabajo de residencia (por 8 meses) con jóvenes artistas de la ciudad de Cuenca, para acentuar su participación en la Bienal Nómade llamada Diagnostico Terminal emplazada en el mismo lugar. 2.- Zona suburbio suroeste de la ciudad de Guayaquil, (40 y la B), y 3.- en zonas afectadas por el terremoto: la primera en Valdivia-Chile residencia Pedacito de Cielo (terremoto de 1960) y segunda en Bahía de Caráquez, zona costera del Ecuador (terremoto del 2016).

 

Congreso Nómade

 

Espacio para el dialogo que se va desarrollando en distintos lugares con una frecuencia de 12 a 18 meses de distancia entre uno y otro, y que llama a la reflexión a teóricos, académicos, filósofos, críticos, curadores, artistas, gestores, galeristas y gente interesada en el planteamiento conceptual y teórico de los procesos artísticos. A su vez, éste equipo se ve envuelto en un sinnúmero de debates, mesas de dialogo, conferencias, ponencias, seminarios y talleres, por un lapso de 3 a 4 días con una carga horaria de 10 horas por día, teniendo la peculiaridad que este congreso fractura el claustro académico para entrometerse en el interior de la ciudad en la que se emplaza, (como ejemplo: en la ciudad de Guayaquil se realizó conversatorios y cenas en la zona de la 40 y la B espacio considerado conflictivo por las autoridades, también se realizaron sobremesas de dialogo en el conocido bar la Culata, y paseos festivos a lugares icónicos de la vida bohemia del lugar, entre otras actividades).

 

Se han desarrollado 3 versiones con el nombre de: Congreso Nómade de filosofía, teoría y crítica del arte contemporáneo: la primera versión se la realizó en el Museo Nahím Isaías de Guayaquil, la segunda en la Universidad Técnica Particular de Loja y la tercera se la realizará en Cuenca. Para estos eventos se convoca a los más importantes artistas, críticos, curadores, teóricos del mundo, que estén presentando formatos actuales y propuestas experimentales para dialogar en debates honestos y amistosos.

 

Salón Nómade

 

Esta vez apuntamos la dirección a la gráfica contemporánea y esbozamos un modelo de salón llamado: Salón de Gráfica Contemporánea, (que se encuentra en su tercera versión), posibilita una comprensión del arte contemporáneo a través de los formatos más clásicos de las bellas artes elevados al discurso contemporáneo.

 

Pedagogías Nómade

 

Transversalmente a todo este trabajo (congreso, salones, bienales y residencias), el modelo pedagógico implantado es el de convocar a artistas jóvenes del lugar en donde se está trabajando por un periodo de tiempo apropiado ( por ejemplo: para Diagnostico Terminal se lo hizo 8 meses antes, para Valdivia un mes antes), tiempo en el que se dictan conferencias, clínica de obra y procesos de seguimiento que permiten al estudiante configurar una obra lo suficientemente potente como para entrar a dialogar con obras de artistas de mayor experiencia.

 

Compromiso Nómade

 

Dado el interés por el intercambio de experiencias entre la Bienal, los artistas y publico locales, exigimos a todos los artistas y curadores invitados a cualquiera de nuestros eventos Nómade, que preparen conferencias, talleres, seminarios o presentación de portafolios de su obra, los mismos que serán compartidos con la colectividad.

 

De la misma manera, y con grupos de alumnos, artistas jóvenes del lugar o profesionales, hacemos trabajos para preparar mediadores, guías y gente que se encuentre preparada para acercarse de manera correcta a la obra de arte.

 

 

[1] El Clan Nómade por sus políticas jamás podrá ser un colectivo fijo y cerrado, más bien es un colectivo movible en el cual entran y salen integrantes de acuerdo a la afinidad de los proyectos que se articulan en el interior del programa Nómade, sabiendo que un integrante puede fluctuar su participación entre uno o mas proyectos y que su permanencia es circunstancial y proporcional a los contenidos conceptuales de cada intervención. 

[2] El formato Nómade permite intervenciones de todo tipo de profesionales, artesanos, sociólogos, antropólogos llevando esta característica a formatos inclusive transdiciplinares como incorporación de chamanes,  mitólogos, brujos, etc. Entre tantos otros.

[3] Los recursos de intervención en espacios están dados por las características histórico-conceptuales afines al proyecto, perfilándose como espacios o lugares que apuntalan tales contenidos, pudiendo ser espacios abandonados, precarios o con cargas simbólicas potentes.

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