top of page

Sobre la muestra Ciudad Negra

Estar en guerra a perpetuidad.
Obras de Víctor Hugo Bravo en el Museo Salvador Allende
Los “cortes en edificios” de Matta Clark fueron utilizados para ilustrar las presentaciones del OTRI, yuxtapuestos con los agujeros que las IDF (Fuerzas Armadas israelíes) perforaban en los muros de las casas palestinas. Eyal Weizman, A través de los muros.
El poder es la guerra: es la guerra perseguida por otros medios. Michel Foucault, Defender la sociedad.
Miedo y un cierto escalofrío mezclado con pavor y extrañeza serían las sensaciones y emociones que experimentaría un sujeto cualquiera, al ver los objetos y las piezas que Víctor Hugo Bravo ha construido para su exposición titulada Ciudad negra. Me lo imagino, porque, si yo no fuera su hermano y si no tuviera conocimiento alguno de que dichas piezas son objetos artísticos, pensaría que tales cosas han sido cuidadosamente pensadas y diseñadas para agredir, dañar o simplemente matar.
Esta percepción, me refiero a la constatación de la naturaleza bélica que moviliza su imaginario, es absolutamente ajena o distante de los buenos sentimientos que busca transmitir el arte contemporáneo. De hecho, relacionar el arte con aquello que puede atentar contra la vida humana o animal en el presente es algo difícil de asimilar o, directamente, es una aberración. Sin embargo, la obra del artista parece estar anclada precisamente en la constante evocación de la violencia como modus operandi de la vida en la tierra. En efecto, para Víctor, no solo es el hombre quien hace del otro un enemigo, sino que la vida en sí misma se expresa a través de múltiples guerras y combates a muerte.

bottom of page